viernes, 8 de mayo de 2015

De las bicis y otros usuarios

Hace unos meses empecé a utilizar la bicicleta como medio de transporte desde mi casa al trabajo y viceversa, por salud y también por ahorro en algunos costos. El recorrido que tenía que realizar se prolongaba por 40 minutos de ida y 40 de vuelta. Un recorrido algo largo para empezar a utilizar la bici, pero fue una gran experiencia.

A pesar de que mi ruta era un 90% ruta convencional (no cicloruta), me fue muy bien con buses, taxistas y vehículos en general. Me considero una conductora de bicicleta prudente y además que nunca iba de afán, lo cual me permitía ir a un paso adecuado para no matarme en primera.

Antes de utilizar la bici como medio de transporte serio, analicé muchas situaciones incómodas en las cuales estaban involucrados varios ciclistas.

1. En un momento iba atravesando con mi hijo una cebra, obvio con el semáforo en verde para el peatón, y antes de llegar al final de la calle un ciclista pasó rápidamente y se pasó en frente de nosotros. El personaje casi nos lleva por delante a mi hijo y a mi. Punto negativo.

2. Iba con mi esposo en un colectivo y timbramos para bajarnos. Mi esposo se bajó primero y de repente cuando estoy yo a mitad de mi camino hacia el andén, un personaje se atravesó entre mi esposo y yo. Casi me lleva por delante y obvio, no me quedé callada y le dije que tuviera cuidado y que frenara. Allí mismo el personaje se enfureció y nos insultó. Otro punto negativo.

A lo que voy es que Bogotá se ha vuelto una ciudad super bacana para utilizar la bicicleta, contamos con ciclovías, ciclorutas, parqueaderos exclusivos para bicis, muchas oportunidades para adquirir implementos de seguridad; pero lo que no es chévere es la actitud de muchos ciclistas.

Para mi, el ciclista es un intermedio entre peatón y conductor de vehículo motorizado. Al implementar ciclorutas, los ciclistas debemos respetar espacios de peatones, respetar semáforos de peatones, respetar quien va caminando o corriendo. No podemos asumir que porque llevamos una cicla, entonces nos deben dar permiso y así nosotros podemos andar como locotas a mil, así el niño pequeño esté atravesado. Ojo, el peatón sigue teniendo la prioridad y debemos reducir la velocidad cuando sea necesario. Si vemos que la cicloruta tiene muchos peatones, pues esperemos con paciencia para atravesar.

También el ciclista debe saber que sigue siendo un conductor, es decir, tiene un vehículo no motorizado que, obviamente, avanza más rápido que un peatón estándar y al no haber ciclorutas en todas las avenidas, tenemos que utlizar la vía vehicular. Pero es que ni respetamos el semáforo, no respetamos la cebra, no respetamos que hayan personas bajando de un bus. He visto como muchos (la gran mayoría, tristemente) asumen que no DEBEN respetar el semáforo en rojo para vehículos y se van atravesando la vía sin importar que el bus o el carro venga pasando. El asume que el carro le debe dar permiso y que todo el mundo debe detenerse para que él pase.

Creemos que la bicicleta es un arma ultrapoderosa para ir de un sitio a otro sin importarnos nuestra seguridad. Además creemos que por estar pitando durante todo nuestro recorrido, los peatones y los conductores deben detener todo. Por favor, señores ciclistas, ante todo nuestra seguridad, nuestro bienestar y también el de otras personas.

Tomada de https://www.flickr.com/photos/salim/8623576/

La bici se ha vuelto muy importante en nuestra ciudad, pero no hay reglas que definan cómo utilizarla adecuadamente. No sabemos hacer señales para indicar a otros conductores sobre una acción, no sabemos utilizar elementos de protección, ni siquiera sabemos utilizar los frenos cuando se necesitan. Es como el boom de las motocicletas: muchos tienen el dinero para acceder a ellas por su precio pero muy pocos saben utilizarla.

Debo decir con lástima que veo como muchos dañan la buena imagen de ciclistas, haciendo de las suyas en las calles, irrespetando todo lo que va a su paso, mirando como insultan a la gente cuando les piden respetar una señal de tránsito o sólo mirar hacia un costado.

No soy perfecta y también me he cometido algunas infracciones, pero debo decir que lo pienso antes y debo asegurarme que mi seguridad no se verá afectada. Y claro que no es excusa para hacerlo, solo que ese tipo de cosas hacen que quiera no comertelas más. También sé que uno debe lidiar con conductores imprudentes y cosas por el estilo, además que vivir en un ciudad tan caótica como Bogotá incrementa la poca tolerancia que todos llevamos encima.

Por lo pronto, sigo siendo peatón y conductora de bicicleta y vehículo particular de vez en cuando. Intento ser una buena ciudadana así a todos les parezca que soy una 'boba' por no colarme o por no pasarme un semáforo en rojo si al otro lado no viene nadie.

Fin.

viernes, 17 de abril de 2015

No, yo no sé quién es usted!

Muy de moda entre las últimas noticias es la del mal llamado 'Usted no sabe quién soy yo'. Me pregunto, que con tanto moralismo que hay en redes sociales sobre la situación, usted, ciudadano del común, ¿no lo ha llegado a pensar, si quiera un instante, en su alocada vida?

Bueno, pongamos esta situación: el estudiante universitario, no trabaja y tiene por la misma razón sueldo de estudiante. Tiene sus padres trabajando en una empresa común y corriente, ellos son empleados hace unos buenos años y adicionalmente todos viven en un conjunto residencial estrato 3 en la ciudad de Bogotá. es decir, un ciudadano común y corriente.

Ahora, usted alega que esa gente que se las da de mucho café con leche y se la pasa pordebajeando a los demás con la dichosa frase de 'usted no sabe quién soy yo', y la verdad es que no estamos lejos de la realidad porque en nuestra cotidianidad quizá no lo decimos, pero si lo pensamos de alguna manera. ¿No? ¿Aún no cree que es cierto? Bueno, lo pondré en contexto.

Ahora volvamos a la escena del estudiante. Este llega un poco tomado al conjunto residencial haciendo algo de ruido, más allá del permitido y el vigilante le dice que debe bajar la voz. El estudiante, en su infinita "sabiduría" le dice al vigilante que no sea igualado o que no se meta en lo que no le conviene, en fin, se retira de la escena y luego sigue murmullando en su interior que el vigilante es un pobre diablo, al que se le paga su sueldo por medio de la administración del conjunto y que es un bobo por decirle qué es lo que tiene que hacer o no. Si resumimos esto, el estudiante sin querer queriendo, le quiso decir al vigilante que 'usted no sabe quién soy yo', pero otras palabras. Este estudiante que cree tener el mundo en sus manos asume que la labor del vigilante es menos que la de él, un joven promedio, de un conjunto residencial promedio, de una vida promedio.

Así como el estudiante en mi historia, todos hemos sufrido de ese mal. Quizá nunca se lo dijimos al personaje en cuestión, quizá lo pensamos de otra manera. El mal genio, la rabia o un mal día hace que nuestros más oscuros pensamientos salen a flote en una discusión en el transporte público o en nuestro trabajo o en donde sea.

https://www.flickr.com/photos/thesheriff/179621977/?rb=1

En las noticias muestran a personas que trabajan en empresas o instituciones reconocidas que en su rabia ponen en contexto la famosa frase, esas que también podrían ser sus vecinos en su vida promedio. No necesitamos ser estrato 10 para decir que yo soy más que usted, sólo necesitamos un motivo para decirle al otro que yo soy más que usted sin importar mi estatus económico o social o como quiera que lo veamos. Estamos en una ciudad caótica en el que pasar por encima del otro es lo que nos hace mas ¿poderosos? o fuertes, en el que pensar que el otro personaje es un pobre diablo que nació por accidente.

Si lo pensamos así, entonces todos somos unos pobres diablos, unos traídos y unos cualquiera que no merecemos respirar un segundo más en este planeta, porque al final de cuentas y en un futuro muy cercano nos encontremos a ese personaje que nos diga a nosotros 'Usted no sabe quién soy yo'. Y no nos sorprendamos porque sencillamente no somos la última coca-cola del desierto, así que evitemos ser tan moralistas y super personas porque al final yo no se quién es usted y usted tampoco sabe quién soy yo.

miércoles, 8 de abril de 2015

Nada de Nada

Si señores, no quiero nada de nada... Así es como me siento cuando tengo mis días 'malos' si los síntomas se agudizan. Bendita y maldita fibromialgia que tanto me acompañas y me torturas cuando quieres.

Si, no quiero nada de nada. El dolor se agudiza en mis piernas y mis brazos, incluyendo mis manos. Las picadas hacen que me sienta más cansada cuando camino así sea a la tienda más cercana y todo lo que quiero es estar quietica, tomándome mis pastillas y esperando con paciencia a que el dolor disminuya.

Si, no quiero nada de nada. El cansancio es absurdo. Es increíble que al más mínimo esfuerzo me sienta cansada, o sea, ir al baño y volver al sitio donde estaba me genera más cansancio que patinar toda una tarde (nostalgias cuando practicaba roller derby). No sé que rayos me pasa a veces porque hay días en el que el cansancio es peor que otros días y con esto me lleva a sentirme totalmente incapacitada para realizar las más mínimas acciones.

Si, no quiero nada de nada. No quiero hablar, no quiero comer, no quiero salir y no quiero que me molesten y ni me hablen. Estoy sensible al ruido y a la luz. Mejor dicho, estoy hecha una muñequita de porcelana que no pueden ni mirarla porque se rompe.

Así se siente una crisis de un día malo. Así se siente cuando mi cuerpo no puede dar más. Así se siente cuando mi mente está tan baja que no puede ni pensar.

Por fortuna los días no son eternos y al día siguiente por lo general todo mejora. Sólo no quiero sentirme así pero a veces esta enfermedad es tan inestable que mis días malos solo llegan así como así, simplemente por dormir mal o por algún inconveniente en mi diario vivir.

Días malos que los tolero mucho más cuando estoy al lado de mi esposito y de mi bebé, porque ellos saben cómo me siento y procuran que mi día sea mas llevadero. Días malos que hacen que valore más mis días buenos, que por fortuna son la mayoría. Dias malos que hacen que aprenda más de mi cuerpo y de mis malestares.

Bendita fibromialgia...


https://www.flickr.com/photos/stevendepolo/4129400323/

jueves, 2 de abril de 2015

Mi vida

Eres el mejor hijo que una madre puede tener. Soy la mejor madre que tu podrías desear.

Soy todo lo que soy gracias a ti, Eric. Te amo.



miércoles, 1 de abril de 2015

Cuando el dolor aparece

Mi primer post dedicado al dolor. Qué emoción.

Hace unos meses me diagnosticaron con fibromialgia, una enfermedad crónica en la que el dolor es mi fiel compañía día y noche, la fatiga me hace sentir inútil y por último la dormida es un karma.
Esta vaina aún no tiene explicación de cómo aparece, simplemente mi razón es que el estrés ha sido tan maléfico en mi vida que el cuerpo sencillamente lo asimila de una manera distinta a la de muchos otros. Mi cuerpo empezó a sentir distintas molestias como migrañas; dolor en piernas, brazos y zona lumbar en forma de picadas musculares; irritabilidad de sonidos y olores; falta de buen sueño.

La verdad es que esta enfermedad me está cambiando mi vida y la forma como la veo de ahora en adelante. Mi pensamiento está cambiando en pro de estar bien física y sicológicamente.
Aunque la verdad ha sido todo un reto hacer este cambio, me ha llevado meses asumir otro ritmo de vida, asumir cambios increíbles en los cuales me he beneficiado.